Una vez soñaste ser un ángel que volaba al cielo. Una vez burlaste las barreras que te ha puesto el tiempo. Una vez creíste ser mujer al ofrendar tu cuerpo y has caído en un abismo aunque el amor te ha puesto entre el dolor de ser verdugo de quien respira tu propio aliento y de ser el sueño de cualquier mujer que espera el tiempo.
Y transpirar, deja de pensar, el tiempo en tus manos se está derritiendo. Tus ojos están mirando aquel mar Que aunque sea grande no apaga tu infierno
Deja de soñar. No podrás saltar. Tu sangre arderá. ¡Mata! y morirás!
No dudes más. Intenta crecer. Ya sé que es tu cuerpo pero no hay derecho. No puedes cambiar tu libertad Por el ser humano que llevas adentroTeksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.
