Traté sólo de apartar la vasta y quejumbrosa apatía Y murmuré en los corredores aquel canto de esperanzas De idolatrías y destinos Desbocado ya el milenio de los gritos y las armas Fui a caer a la nueva era de las guerras respetables E injusticias consolables.
Aplastado, casi inerte y despojado de ideales Jugaron tanto con mi mente, con mi vida y con mi suerte Que mis gozos y mis males destrozaron mi inconsciente.
Y ahora voy solo hacia el olvido con medio vida perdida Y una existencia sagrada, dejando mi cuerpo al viento Que sopla de madrugada.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.