Ya nada brilla en el presente
¡Nos dicen!
Y así los días se levantan
con un ruido
que viene de lejos:
¡Es exorcismo científico!
¡es devastación científica!
¡es eugenesia científica!
¡es exorcismo científico!
Pero mis sombras y mis soles
ya están lejos
de su poder
¡Malditos!

A la naturaleza hay que domesticarla, someterla a leyes, al conocimiento, a modelos, a la economía, a la ciencia, a la tecnología, porque la naturaleza para la ilustración es el ámbito de la necesidad, de la no libertad, entonces hay que dominarla, exorcizarla a través de la ciencia para obtener de ella la satisfacción de las necesidades creadas por los sistemas económicos. Es una relación patológica. Y todos los valores de las sociedades modernas tienen que ver con estos principios, de considerarla un enemigo a vencer, esto es una guerra contra la naturaleza tanto humana como planetaria. Devastación y espiriticidio.

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