Sus padres y hasta sus abuelos fueron vampiros de prosapia y tras su leve mordedura sangre libaban a su anchas,
pero éste en cambio era un vampiro que apenas si sorbía agua al mediodía y en la cena de noche y en las madrugadas.
Abstemio de sangre era la vergüenza de los otros vampiros y de las vampiresas.
Este vampiro tan distinto osó crear una variante proselitista de vampiros anónimos y militantes
bajo la luna hizo campaña con sus consignas implacables «Vampiros sólo beban agua, la sangre siempre trae sangre...»
Abstemio de sangre era la vergüenza de los otros vampiros y de las vampiresas.
Pero temieron sus colegas que esa doctrina peligrosa tentase a los vampiros flojos que beben sangre con gaseosa.
Y así una noche de tormenta cinco quirópteros de lidia le propinaron al indócil sus dentelladas de justicia.
Abstemio de sangre era la vergüenza de los otros vampiros y de las vampiresas.
El desafío del rebelde quedó allá abajo en cuerpo y alma con cinco heridas que gemían formando un gran charco de agua.
Lo extraño fue que los verdugos colgados de una vieja rama a su pesar reconocieron el buen sabor del agua mansa.
Abstemio de sangre era la vergüenza de los otros vampiros y de las vampiresas.
Desde esa noche ni vampiros ni vampiresas chupan sangre los hematíes son historia y el agua corre Dios mediante.
Y como siempre ocurre en estos y en otros casos similares el singular vampiro abstemio es venerado como un mártir.
Abstemio de sangre y de ahí las ofrendas de los otros vampiros y de las vampiresas.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.