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Al sol le llaman Lorenzo, y a la luna ya sabemos;
cuando se acuesta Lorenzo se levanta ya sabemos.
Una noche en que este hombre ardió como el santo, con leña de celos,
no encontró salida y arrancó la vida a quien ya sabemos.

La noche es el comienzo de la caída de Lorenzo.
Pasó por un jardín y en un momento cortó una flor, un pensamiento,
la flor olía como el orgullo, tenía que ser un pensamiento suyo.

La noche es el comienzo de la caída de Lorenzo.

¡Qué pena, se pierde por esa morena!
Al sol le llaman Lorenzo, y a la luna ya sabemos
cuando se acuesta Lorenzo se levanta ya sabemos
pobre del hombre que sueña de día y vive de noche el sueño de la vida.
No cabe arrepentimiento en el final de este cuento.
La noche es el comienzo de la caída de Lorenzo.

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