Bajo el sol abrazador del norte argentino un día iba yo, quemando rutas cuando a la sombra de un chañar me detuve y allí su santuario encontré
el manantial me refrescó sin evitar mi fiebre y en la quietud rendido caí, ella me dió sus ojos y una mano en mi frente ahuyentando mis males la ví, en el ocaso
dicen que hacia el desierto partió y que aún muerta a su hijo alimentó, de sus mejillas lagrimas blancas caerán mojando los labios de los niños perdidos
si en el camino hallo su hogar, yo le dejo mi ofrenda aveces creo verla en los montes, imagino su sed y alimento sus ramas cebandole un mate al pasar, le cuento mis cosas
dicen que de sed y hambre murió y que aún muerta a su hijo alimentó, protectora de los viajeros perdidos de norte a sur sus milagros se cuentan hoy
dicen que hacia el desierto partió y que aún muerta a su hijo alimentó, de sus mejillas lagrimas blancas caerán mojando los labios de los niños perdidosTeksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.