Impasible el cosmos se estremece, Desgarradora partida marca las grietas que lo vuelven polvo, Voraginosos firmamentos se derraman nuevamente sobre el laberinto, Lluvia de estrellas azota los yermos cenizos, Luz celestial sofocada entre los colosales muros de silencio. El alma caminante nuevamente se halla en su punto de partida, Nuevamente de ella sólo le queda un recuerdo, aquella hoja sagrada Que de sus cabellos desprendió como piel al muerto, Lanza una mirada a los cielos que fallecen como moscas, Busca entre las fétidas estrellas aquellos astros a los que tanto se aferró Los idealiza, los desea, pero simplemente se halla con su ausencia, Lanza un grito penitente que se esfuma en las tinieblas, En su locura se arrastra nuevamente por las sendas ensangrentadas, Sobre matorrales espinosos y afiladas estrellas rotas, Purulentas heridas se abren nuevamente, se estremecen, Mueren y se pudren con el resto de su ser, Su dolor firma con cada gota de sangre y pus, aquella sentencia Que sobre él pesaba, nuevamente los grilletes y el yugo pesan sobre su ser Mira con anhelo su recuerdo, y su piel se abre nuevamente, Cien ojos ciegos que miran al vacío, lloran con sus penas, Sueñan con su ausencia. Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa. |
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