Anduve sur y norte por encontrarte amé para vivir lo que es querer; la puerta estaba abierta esperando que entrara y comencé a entender la primavera, el rito de la noche y la mañana. Ay, amor...
La noche caminé una y mil veces sin sentir que también tú caminabas y un grito aquella noche nos juntó la mirada y sin saber tu nombre te llamaba, y sin saber mi nombre me llamabas. Ay, amor...
Aunque parezca absurda la inocencia en el barro la nieve es siempre blanca; de qué sirve plantar la flor para cortarla, la rosa se defiende con la espina y nuestro porvenir con la esperanza. Ay, amor...Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.