Vamos amarraditos los dos, espumas y terciopelo, tú, con un recrujir de almidón y yo serio y altanero.
La gente nos mira con envidia por la calle, murmuran las vecinas, los amigos y el alcalde.
Dicen que no se estila ya más ni tu peinetón ni mi pasador, dicen que no se estila ya más ni tu medallón ni mi cinturón.
Yo sé que se estilan tus ojazos y mi orgullo, cuando vas de mi brazo por el sol y sin apuro.
Nos espera nuestro cochero junto a la iglesia mayor, y a trotecito lento recorremos el paseo, yo saludo tocando el ala de mi sombrero mejor, y tú agitas con donaire tu pañuelo.
No se estila, yo sé que no se estila que me ponga para cenar jazmines en el ojal.
Desde luego parece un juego pero no hay nada mejor que ser un señor de aquellos que vieron mis abuelos.
~ ~ ~
Nos espera nuestro cochero junto a la iglesia mayor, y a trotecito lento recorremos el paseo, yo saludo tocando el ala de mi sombrero mejor, y tú agitas con donaire tu pañuelo.
No se estila, yo sé que no se estila que me ponga para cenar jazmines en el ojal.
Desde luego parece un juego pero no hay nada mejor que ser un señor de aquellos que vieron mis abuelos.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.