En el lenguaje pericial 51 es un transeúnte, cuando ocurre un accidente se le nombra un 26. Transeúnte atropellado con resultados fatales, de ser un 51 se ha convertido en un 25. Cubierta la acera de manchas hemáticas, arterias e intestinos regados en el asfalto. Huesos expuestos con fractura y astillamiento. Con impresionantes hematomas en la piel. El tronco destrozado, vaya imagen aberrante, pedazos de intestinos y arterias en las llantas. Otra historia cuya absurda interrupción, mueve el escalofrío de los transeúntes. Del 51 al 25 es la escasa diferencia que separa a los vivos de los muertos.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.