El juramento de Florence Nightingale, redactado en el año 1893, simboliza a la enfermera ideal. Y dice jurar ante Dios y la asamblea llevar una vida digna. Se abstendrá de todo vicio y no tomará substancias tóxicas. Será una fiel asistente y dedicará su vida al bienestar del paciente. Y hará todo a su alcance para elevar la calidad de la enfermería. El cuidado es la esencia de las enfermeras y su labor es evitar la morbilidad del paciente. "¡Morir por cuidar, cuidar hasta morir!"Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.