Había una vez una nube gandula, cogía agua y siempre se quedaba recostada. Nunca se le ocurrió, alzar con fuerza su panza grande y redonda y volar derramando bendiciones a la tierra. Muy gandula la nube nunca abría los ojitos cuando el sol la regañaba tempranito en la mañana. - Déjame dormir, no seas malo sol tontito, no ves que tengo mucho sueñito. No ves que ahora mismo se me cierran los ojitos. Anda nube, mira que se va el alisio. Mira que se va llorando porque tú no lo quieres a tu lado. No va por desiertos secos, ni va por sures pelados, que solo te lleva al norte, donde el verde se hace hermano. - Anda nube, deja el sueño, lleva el agua a los tilos, al palo blanco, al fayal, al barbusano. Y la nube dejó el sueño y contenta fue a regarlos.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.