Haré todo para irme sin arrepentimiento de este mundo.
Trasgrediré las normas que me impidan ser feliz.

Lastimaré a todo aquel que me arrastre a su espiral de infortunio.

Destruiré las barreras que limitan mi mente y mi cuerpo.



No permitiré que nadie me obligue a extrañar su ausencia

Y su ego me convenza de lo necesario de su presencia.



Pues la rueda de la vida 

Gira sobre una base 

De cadáveres y mierda

Que nunca se detendrá.



Un día llegará el instante preciso

De dar mí último respiro en esta tierra.

Espero no me tome por sorpresa,

Para así disfrutar este gran momento.

Mi nombre quedará como la puerta a la inmortalidad.



Cada vez mentado regresaré para ser parte de la historia

Y aunque mi cuerpo yazga o sea uno con la naturaleza,

Viviré como una idea libre, 

Sin atadura alguna.

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