Mentirosos, roban en nombre de Dios. Insensatos, lucrando con el dolor. Impostores, mercaderes de la fe. Estafadores, codiciosos de poder.
Mientras mastican con sus dientes gritan: ¡Paz! Pero a quien no pone nada en su boca: ¡Guerra!
Aborrecen la justicia. Sacan provecho del que cree. Como zorra en desierto van robando, engañando, usurpando al prójimo. Esparciendo su veneno. Manipulando masas. Ostentando su poder que es sustentado con miedo. Y con su sonrisa falsa, llenos de hipocresía. Se levanta la fachada del circo de la mentira.
Y mientras el mundo se ahoga en su dolor, en medio de pobreza, injusticias y muerte, se saturan los templos de estas víboras que pisotean todo lo honorable y justo.
Así mismo, los adictos al poder condenaron a la cruz a un inocente. Pretendiendo silenciar así su voz. No esperando su inminente resurrección. Que por más que germinen negocios de la muerte, más fuerte es la vida y nunca prevalecen.
Vuelve a nacer la voz de los que luchan por la vida. Vuelve a nacer la voz de los que creen en la justicia. La voz que nunca calla. La voz que nunca muere.
Letra: David Ramírez, Allan Bonilla Música: Allan Bonilla, David RamírezTeksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.