Carmelita le dijo a Juan José, ya no puedo vivir ya mas contigo. Con mis padres me voy a recoger. Ya te puedes buscar otro cariño.
Juan José pensó que lo traicionaba, y sintió como un rayo fulminante. Tu jamás te podrás ir de mi lado. Ni en la muerte dejarás de ser mi amante.
Y de un tiro acabó con Carmelita. Y en la frente le tiró a quemarropa. De rodillas la besó en su carita. Y un balazo se dió el mismo en la boca.
Carmelita era de Piedras Negras. Juan José del estado de Guerrero. Y ese día en que los dos se conocieron, fué al cruzar la frontera de Laredo.
A lo lejos se mira un campo santo. Allí está Carmelita sepultada. Solo queda un jilguero con su canto, y una madre que espera su llegada.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.