Observo cómo la madera es quemada Cómo el cielo se ennegrece Cómo mi tierra es minada Deseo esparcir en el suelo la sangre Hasta saciar la infinita hambre de la semilla de mis dioses, del color de la voluntad de los hombres
Aquel ídolo crucificado es retirado Con las falsas culpas desterrado Y la carne de cobre es librada Hacia un cielo sagrado
Sangre Pagana!
Ruidos despiadados del desorden de mi estirpe En catarsis vengadora la muerte se hace presente
Sacrifiquemos al maldito bastardo Juguemos con su corazón y un dardo Pongamos en alto la misantrópica antorcha Que le hace falta a este espacio estéril. Y gritemos el nombre de aquellos demonios Resistamos las cadenas europeo-sionistas
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