Predicadores
de esclavitud.

¿Quién es la serpiente
escupiendo veneno?

¿Quién manda en las tinieblas
del valle de los muertos?

¿Quién bendice el dolor
la culpa y el sufrimiento?

¿Quién te hace arrodillarte
y adorar becerros?

Ahora y en la hora
de nuestra muerte
bienaventurados sean
los que expanden la peste.

Apóstoles de la mentira
y la debilidad
hágase en el mundo
vuestra voluntad.

Padre nuestro
que te arrastras por el suelo...
profeta de la muerte
y ministro del miedo.

Padre nuestro
que te arrastras por el suelo,
solo por la fuerza
abrazaremos tu credo.

Promesas vacías,
hipócrita moral,
genitales manchados de sangre virginal...

Lágrimas negras,
rodillas despellejadas,
flagelando la carne
de las almas condenadas...

Siervos indignos
con su falsa redención,
corona de espinas,
penitencia,
contrición.

Confesión susurrada,
podrido legado,
un Clérigo corrupto
esperando ser salvado.

Ahora y en la hora
en que seáis juzgados
nadie rezará
para limpiaros del pecado.

Sepulcros blanqueados
repletos de gusanos,
impíos predicadores
del dios de los esclavos.

Sepulcros blanqueados
repletos de gusanos,
ni el poder del fuego
logrará purificaros

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