Ay, qué laureles tan verdes Qué rosas tan encendidas Si piensas abandonarme Mejor quítame la vida Alza los ojos a verme Si no estás comprometida
Eres rosa de algodón Que vives en el capullo Ay, qué tristeza me da Cuando te llenas de orgullo De ver a mi corazón Enredado con el tuyo ¡Uih-jih-jih-jih!
Eres rosa de Castilla Que solo en mayo se ve Quisiera hacerte un envite Pero la verdad no sé Si tienes quien te lo evite Mejor me separaré
Por ahí va la despedida Chinita, por tus quereres La perdición de los hombres Son las benditas mujeres Aquí se acaban cantando Los versos de los laurelesTeksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.