Desnuda de frío y hermosa como ayer, tan exacta como dos y dos son tres, ella llegó a mí y apenas la pude ver, aprendí a disimular mi estupidez. Bienvenida Cassandra, bienvenida el sol y mi niñez, sigue y sigue bailando alrededor, aunque siempre seamos pocos los que aún te podamos ver. Les contaste un cuento sabiéndolo contar, y creyeron que tu alma andaba mal. La mediocridad para algunos es normal, la locura es poder ver más allá. Baila y baila, Cassandra, digo bien, bien, bien la pude ver No hablo yo de fantasmas ni de Dios, sólo te cuento las cosas que se te suelen perder. Se te suelen perder Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa. |