Amanece en la ciudad, se despierta por las prisas, dando culto a la ansiedad mientras el murmullo crece.
Ya se colocan en las esquinas los llamados príncipes del placer Jóvenes con hambre que ofrecen su cuerpo por necesidad.
Salen de los guetos, del hedor a suburbio, en cualquier ciudad. No hay sentimiento en sus miradas sino una mezcla de odio y de rencor.
Es la sociedad la que los obliga ¡Tienen que sobrevivir! Lo puedes ver todos los días, venden su piel en las esquinas.
No conocen la paz y es la calle su hogar. Crecen marginados y sufriendo el presente de su cruel realidad.
Son condenados al chabolismo que agudiza el problema mucho más. Lo puedes ver todos los días, venden su piel en las esquinas.
Es la sociedad la que los obliga ¡Tienen que sobrevivir!
Sin ilusión ni futuro sólo les queda su cuerpo. Un nuevo día amanece y salen de nuevo a la calle.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.