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Al descorrer las cortinas distantes
Y abrir el libro del más allá
La voz maldita de los tiempos muertos
El canto perdido de un juicio final.

Es al clamor de espadas en guerra
Corazones en marcha intentando escapar
Plantando cara al umbral de sus actos
Discutiendo en vano su libertad.

Es en la senda del Diablo, en sus venas malditas
Donde almas sin nombre han ido a implorar
El perdón de una culpa insaciable, sangrante
En su sueño de eternidad.

Y hay que marchar, hermanos míos
Si al firmamento prometeis llegar
Pues una vida no es suficiente
Para toda una esencia poder condenar.
El alma es más que un historial de actos
De un solo color no se puede pintar
Que sea entonces tu anhelo de lucha tu único ángel guardián.

Es al clamor de espadas en guerra
Corazones en marcha intentando escapar
Plantando cara al umbral de sus actos
Discutiendo en vano su libertad.

Es en la senda del Diablo, en sus venas malditas
Donde almas sin nombre han ido a implorar
El perdón de una culpa insaciable, sangrante
En su sueño de eternidad.

Y hay que marchar, hermanos míos
Si al firmamento prometeis llegar
Pues una vida no es suficiente
Para toda una esencia poder condenar.
El alma es más que un historial de actos
De un solo color no se puede pintar
Que sea entonces tu anhelo de lucha tu único ángel guardián.

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