“Ahora vendrás aquí, es lo siguiente, vamos a resistir, no eres más fuerte. Puedes vencer quizá pero no sin sangrar cientos de tus hombres hallarán final.”
Desde una torre mocha se extiende una voz procaz de una mujer llorosa: “Mi Ciudad”
“Eso que está en tus manos no es tu ministerio y aunque no es robado está en mi predio. No denuncies mi acción más, nunca juré respetar el reparto indigno, injusto y vulgar.”
Soldados, atalayas caerán y lo que será dentro de la muralla: “Mi Ciudad”
Furiosas voces gritan al cielo sin descansar esa ansiada demanda: “Mi Ciudad”. Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa. |