Perplejo, exhausto para entender, sin presencia para impedirlo, siendo preso del anochecer donde ciertas sentencias vacilo. Yo nunca enseñé a vivir con odio ni envidia, rodean espada y pared a mi decisión que no halla justicia.
Cerca estoy sintiendo el ayer, candor y afecto se ven lejanos, al pasado no puedo acceder se ha ido como agua entre las manos.
Reina el interés, sólo es sagaz para la guerra, no van a acertar a entender que verles luchar entre hermanos me aterra.
Tendido en mi lecho, cercano al infierno que ese absurdo enfrentamiento arroja en el fuego.
No me enorgullece todo lo osado que es si en consecuencia sólo hay cabida para odio y engaño no para la solvencia.
Si escondiera mi enfado mentiría vilmente. Entre vosotros no existe inocente, jamás nacerá excusa capaz de convencerme de que era necesaria vuestra disputa.
Encima del muro del dolor esa decepción desenvuelta para saltarlo sin objeción llega como aterrante tormenta. ¿qué pude esconder para evitar tanta mentira? No tuve certeza al ceder enorme poder a hombres egoístas.
Tendido en mi lecho, cercano al infierno que ese absurdo enfrentamiento arroja en el fuego.
Tendido en mi lecho, cercano al infierno que ese absurdo enfrentamiento arroja en el fuego... de mi padecer. Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa. |
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