Últimamente las cosas ya no son lo que eran, ¿verdad? Aunque claro, no es que importa como fueran antes del disparo del sueño. Me dejó indefenso y no me gusta, aún así no soy un hombre que se asusta fácilmente. La verdad, ¿qué más da si no amanece? La vida es una sucesión de días martes y 13. Toco notas de dolor, un requiem por mi alrededor. Qué mal sabor de boca, noto que mi angustia crece. Nadie me oye cuando grito, gritaré algún día. Tal vez si tuviera más sangre fría, lo haría mi juez, es mi verdugo. Vivo esperando un golpe que no llega, probándome sin llegar a ponerme a prueba. Sufro impotente, pasan las horas, me niegan. No ven mi entrega absoluta, la maldición del presente. Estoy ausente, mi cara inexpresiva es la prueba. Estoy delante de tí, la onda expansiva te ciega. Se me va la cara, lo pienso tanto. Me acuesto para dormir, pero, ¿para qué me levanto? Para un tenso depertar. Si acaso, coger un vaso de agua, mear, volver a pensar en el fracaso y volverme a acostar. Pasa el tiempo lentamente, me mastica entre sus dientes.
Déjame en paz, que estoy de paso le grito. Quiero ser público, no protagonista del drama. Quiero dejar de dar vueltas en la cama, y volar desde el duermevela hacia la realidadTeksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.