Anda desnuda por su casa, sólo lleva una bata encima de su cuerpo de chocolate y nata. Tiene el móvil, está pensando a ver qué se pone, aunque sabe que no importa, que va a romper corazones igual. Entones cuelga, ha quedado con su gente. Ésta noche hay plan guapo, pantalones o falda, bambas o zapatos. Yo hablaré de ésta mujer, tiene clase, estilo, algo de Jean Paul Gaultier.
Y no es un sueño, lo puedes ver, no vive tan lejos; deja manchas de pintalabios en el espejo, y el baño encharcado. Su pelo gotea, el suelo resbala, tira diamantes, el agua se los regala. Mensaje. Baja, te esperamos en la calle. Ve terminando, tía, vamos tarde, no nos falles. Sale del kelly, besos. Venga, nos vamos.
Sube al coche, dentro se concentra un humo espeso. Si bajas la ventanilla, verás la oscuridad contrarrestada por las luces que brillan en la ciudad. Tararea una melodía que suena en la radio, bromea, siempre tiene una sonrisa en los labios. Encuentran aparcamiento en cuanto llegan a la sala, la gente hace cola para entrar, está de malas. Habrá que esperar, abren puertas. Cuando entran, todos la miran. Quieres saber que piensan, ¿eh?.
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