Cómo ha cambiado mi pueblo, mi pueblo ya no es el mismo de aquel pueblo tan hermoso al de hoy hay un abismo. Ya no hay mujer con rebozos, ya no hay hombres campesinos, ya el cántaro no va al pozo, lo rompió el industrialismo. Ya se contaminó el agua de las acequias y ríos, ya se secó un ojo de agua, ya cerraron el molino. Ya la mujer no usa enaguas, ni el hombre calzón de indio, ya la mujer no usa el habla, ni el hombre, su civismo.
II
Ya las casitas de adobe están desapareciendo, hoy las construyen de bloque, feas las están haciendo, la plata y el oro del pobre caros se han ido poniendo, ya no hay monedas de cobre, de níquel hoy vienen siendo. Ya no oigo tocar la banda de los Suárez y sus hijos, ¡qué triste se ve la plaza los sábados y los domingos!, ya hay otras clases de bandas, ya no hay quiosco ni estanquillo. Ya la gente del campo se ha ido a emprender una nueva aventura a los campos de Estados Unidos, con tristeza y, quizás amargura, de saber que en su pueblo han perdido el ingenio, el molino y cordura. Pocos vuelven de allá, y yo he venido, y lo encuentro cambiado y no hay duda de que ya no es aquel pueblo chiquito que inspiraba añoranza y ternura; ya no es aquel pueblo bonito, el comercio le trajo basura.
III
Aquel tiempo se hablaba de rancho, de la milpa y la tabla de arroz, de la música, el baile y el canto, del padre, de la madre y de Dios, de la siembra y cosecha del campo, de la casa, el lugar y el amor. Ahora hablan de que hay terrorismo, del peso y su devaluación, ahora hablan con tal pesimismo, de que ahí viene otra revolución, ahora en vez de mirarse ellos mismos, ahora miran la televisión.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.