Yo sólo buscaba un beso con el que olvidar,
una historia tan absurda y por casualidad,
esa noche, de repente, estabas por allí,
detrás de mí.
Tú buscabas un abrazo para reparar,
cicatrices de un romance que termina mal,
y de pronto tropezaste,
con un quizás.
Borró mi cuenta, nada te dijiste tú,
un clavo saca a otro, pensaría yo,
y salimos abrazados,
riendo sin pensar.
Que sería un milagro,
que esto funcionase al despertar,
si tan solo vimos,
de heridas de la soledad.
Y sería un milagro,
que al final me amases de verdad,
y yo te quisiera,
como te mereces,
hoy te abrazo un poco más.
Solo búscame una excusa para hacerme ver,
lo que lo de anoche, francamente, estuvo bien,
con la luz del día no parece todo igual,
en realidad.
Y ahora somos como extraños al amanecer,
preguntándonos que hacemos aún en este hotel,
entre sabanas revueltas,
tratando de entender.
Que sería un milagro,
que esto funcionase al despertar,
si tan solo vimos,
de heridas de la soledad.
Y sería un milagro,
que al final me amases de verdad,
y yo te quisiera,
como te mereces,
hoy te abrazo un poco más.
Que sería un milagro,
que esto funcionase al despertar,
si tan solo vimos,
de heridas de la soledad.
Y sería un milagro,
que al final me amases de verdad,
y yo te quisiera,
como te mereces,
hoy te abrazo un poco más.
Sólo un poco más.
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