Botas altas, cazadoras de cuero, con chapas de Sex Pistols y los Who, silbando salen de sus agujeros los pavos de la banda del Kung Fu. Desde el suburbio cuando el sol de va, a lomos del hastío y la ansiedad, vienen buscando bronca a la ciudad. Dile a tus hijas, hombre de la calle, que escondan su virtud y su reloj, cierra tu Sima-Mil con siete llaves, da la alarma si tarda el ascensor. Duerme vestido, no apagues la luz, guarda el radio-cassette en un baúl, que anda suelta la banda del Kung Fu. Las motocicletas que mangaron anteayer los conducen hasta Lavapiés. Seis tubos de anfetas, dos farmacias, un tirón, si se tercia, alguna violación. Al ritmo de guitarras asesinas se juegan el destino a cara o cruz. En El Caso ha leído una vecina que ha caído la banda del Kung Fu. Podrán dormir tranquilos otra vez, ahorrar unas pesetas cada mes, trabajo de rutina para el juez. Del pub a la trena, no conocen otro hotel que la quinta de Carabanchel. Se cortan las venas, se tragan vidrios con tal de que los lleven al hospital. ¿Qué importa si revientan algún día? Mientras estén las cosas como están sus colegas de Aluche o Entrevías la ley de la navaja heredarán. Desde el suburbio, cuando el sol se va, a lomos del hastío y la ansiedad vendrán buscando bronca a la ciudad.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.