Viajero que regresas a esa ciudad del norte donde una dulce nieve empapa la razón, donde llegan lo barcos cargados de preguntas a muelles laboriosos como mi corazón. Háblale de mi vida las autopistas negras que atraviesan volando mi terca soledad, de esa gente que pasan por la calle llevando mi pensamiento al otro lado de la ciudad. Cuando de ella y de mí queden sólo estos versos los hoteles que un día quisimos compartir los coches aparcados sobre nuestros recuerdos la Glorieta de Atocha donde la conocí. Dile que estoy parado al final de mi mismo igual que un aduanero sin nadie a quien multar, como un autoestopista debajo de la lluvia, como la menopausia de la mujer fatal.
Y dile que la echo de menos cuando aprieta el frío cuando nada es mío cuando el mundo es sórdido y ajeno que no se te olvide es de esas que dan siempre un poco más que todo y nada pide.
Cuéntale que la extraño y que me siento seco igual que un presiente dentro del autobús, como una Kawasaki en un cuadro del greco igual que un perro a cuadros, igual que un perro azul.
Y dile que la echo de menos cuando aprieta el frío cuando nada es mío cuando el mundo es sórdido y ajeno que no se te olvide es de esas que dan siempre un poco más que todo y nada pide.
Y dile que la echo de menos... ...que no se te olvide es de esas que dan siempre un poco más que todo y nada pide.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.