El único pecado imperdonable es no vivir. Entregarse a una muerte anticipada, mientras la sangre corre todavía por nuestras venas.
Porque vivir no es sólo estar en la vida. Vivir es participar en la fiesta, actuar, ser protagonista, elegir un papel e interpretarlo con autenticidad y con convencimiento.
Vivir es ser y conocer. Saber por propia experiencia que es el amor. ¿A qué saben los besos? ¿Qué se siente cuando se llega al éxtasis, a la cumbre del placer? ¿Qué se pierde cuando un amor se olvida?
Vivir es saber por propia experiencia que es la pasión y que se siente cuando nos atrapa. Que se siente cuando un amigo nos pone la mano en el hombro, cuando llega el momento de una despedida, cuando tropezamos y tenemos que levantarnos y volver a la lucha.
Vivir es estar vivo y parecerlo. Saltar cada mañana de la cama como si todo fuera nuevo, como si fuera el primer día. Aprovechar cada momento como si fuera el último. Porque el instante que se va, no vuelve.
No dejes que nadie te niegue tu derecho a vivir. Mientras el cuerpo aguante… ¡exprime la vida!Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.