- Es que me encanta estudiar, es que... lo que siento es que en algunos casos, profesores inadecuados, como me pasó a mí en matemáticas... por eso me tuve que volver a traducir luego a Newton, a los cincuenta años, porque dije: ¡no me puedo dejar esta asignatura pendiente! ¿Qué puedo hacer? Pues ahí está el Newton, mil páginas en latín. Pues te las traduces y así te enteras de qué es matemáticas. Pero, en cuanto las personas descubran la fuente de alegría que es investigar y aprender una cosa no sabida, se darán cuenta que hasta el orgasmo es una broma en comparación con la permanencia, la solidez, la seguridad que da, para un ser como el humano, la capacidad de aprender.
- Saber...
- Saber... Eso es lo que me da tranquilidad. Antes me daba miedo morirme. Cuanto más he ido aprendiendo a saber, menos miedo me da morirme.
- ¿Aprender a morir?
- Es aprender a saber, quizá... Aunque luego también hay que reconocer una parte de ternura, una parte de adiós, de despedida... siempre, siempre me ha inquietado. La verdad es que me gustaría morirme solo, para evitarme ese trance. Como un perro. Eso que el perro, de repente, de la noche a la mañana, está ahí enroscadito, donde siempre, pero un día ya no se mueve. Así tuve yo un hámster que un día dejó de moverse. Eso, no está mal...
- ¿Epitafio?
- Quiso ser valeroso y aprendió a estudiar.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.