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Hace ya mucho tiempo
que comencé a sentir
un deseo incontrolable.
Escucho tus palabras
no puedo resistir,
hasta hoy lo entiendo
no aguantaré.

Y entender,
que mi propio instinto obligue a querer
A ese ser,
que con sólo un beso maldice mi ser

Ven y escúchame,
hechicería me has hecho, libérame;
demónica sonrisa, lúgubre piel,
esos hermosos ojos son,
la clave de mi perdición
y son los mismo que me han hecho
amarte a morir.

Vuelves a mis memorias,
cada noche es igual,
has robado mis deseos.
En cada grito tuyo
se acoge el miedo en mi,
mis plegarias ruegan tú comapsión.

Sin saber,
por qué me has condenado a tu querer,
vuelvo a tí
para mirar tus labios y en tus ojos perecer.

Ven y escúchame,
hechicería me has hecho, libérame;
demónica sonrisa, lúgubre piel,
esos hermosos ojos son,
la clave de mi perdición
y son los mismo que me han hecho
amarte a morir.

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