Sus gritos de valor retumban en el silencio
de un campo adueñado por las lagrimas del cielo
el brillos de sus aceros y armaduras
entre sangre y lodo poco a poco se apaga
Almas condenadas defendiendo mentiras!
hombres engañados matando por miedo

Los rayos del alba y el roció de la noche sobre los cadáveres
han de danzar en un lugebre ritual
contemplados por moscas cuervos que devoran su carne
el olor pútrido de su peste anuncia el final de la guerra
son los lamentos y la agonía los que ahora acompañan
la obra del redentor

por que tus templos arderán y no seremos nosotros quienes incendiemos la primera antorcha
contempla la aniquilación de tu reino.
oh dios... oh padre de la nada.


Entre tierra y olvido, se han de perder
sus cruzadas de falsedad!
acero contra acero resonaron una ves
escoltando el enfermo camino que decidieron tomar
sus memorias fueron engullidas.
nadie los recordara.
condenados al abismo por siempre estarán!

y allí estaré, como la sombra de la muerte
asechando entre las tinieblas
deambulando entre su sangre y restos mortales
Embriagándome en el hedor de su decadencia.

No abra alma alguna arrastrada a los pies de la madre muerte
Solo el llanto del cielo que vuelve a brotar
y el ocaso que engulle en tinieblas lo que mañana sera
EL FINAL DE SU MENTIRA Y EL INICIO DE MI VERDAD!

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