Es el rey de las malas costumbres De los vicios y la perdición. Por su fuerza el mundo sucumbe A una descabellada obsesión. A los hombres que labran la tierra Los sentencia a la condenación. Pero a aquellos que al vino se entregan, Los bendice y da protección.
Una rama de canelo es la solución. Si la dejas caer por el cráter Agua y hielo harán su labor. Pero nadie ha llegado hasta ese lugar. Sólo un cóndor de alas valientes esa cima de fuego podrá alcanzar
Arde el volcán. Es la furia que siente el Pillán. No tolera que el pueblo trabaje y por eso se vuelve salvaje. Arde el volcán. Y sus llamas no se extinguirán Hasta sacrificar a una virgen Y llevar su alma a la cumbre.
El cacique a su hija tiene que entregar. Su pureza y virtud son perfectas, Su belleza no tiene final. En el pecho, el vacío de su corazón. Es la ofrenda que piden los dioses Para darnos a cambio la salvación.
Arde el volcán. Es la furia que siente el Pillán. No tolera que el pueblo trabaje y por eso se vuelve salvaje. Arde el volcán. Y sus llamas no se extinguirán Hasta sacrificar a una virgen Y llevar su alma a la cumbre.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.