Un oscuro laberinto una puerta a la conciencia pasillos que me arrastran con el brío de la inercia
Siento los huesos entumecidos, los párpados me pesan, desvanezco en el intento de permanecer alerta,
Duermo, entro, camino en silencio hasta el corredor del miedo, la pared se cierra, hay un resplandor que ciega, gritos que ensordecen, no se lo que pasa dentro, la entrada está cerca, no puedo llegar, no puedo ir más allá, no puedo ir más allá
En un rincón veo el hueco del desprecio, y la vida y cada día y cada momento la hendidura del placer deja ver un pasadizo, me deslizco por las grietas de su callejón prohibido, camino en silencio hasta el corredor del miedo, la entrada está cerca, no puedo llegar, no puedo ir más allá, no puedo ir más allá Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa. |
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