Emboscada en nuestra propia tierra La hueste roja no para de avanzar Obligados a huir de nuestra aldea La sagrada montaña ya no nos protegerá
Con rabiosos mordiscos de falcata Hasta el final defendimos nuestro honor Espanto vi en la faz de esos romanos Que no nos saquearán sin conocer el dolor
¡Victoria!
Por la noche llegó la represalia Sólo unos pocos logramos escapar Nos persiguieron como perros de caza Aquella noche y dos milenios más
No había luna en aquel bosque que albergaba Un río en su interior En la carrera escuché cómo mi hermano Caía al agua para no salir jamás
Solo, desolado y perseguido La única opción era volver a casa Sin descansar ni hacer un alto en el camino Avisté la sagrada montaña
Subí al Canto de los Responsos Y lancé una piedra por mi hermano Vi su alma pasar al otro lado y sentí el hierro de los romanos.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.