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Silencioso lamento del Quemanta,
desde un pueblo de secos nosthofagus.

Es el espíritu atrapado
en el vestigio del bosque,
es de un pasado perdido,
de ahí viene su espíritu.

El Quemanta deambula
en las estepas
cubiertas de nieve,
de pureza tan noble,
sus sombras creciente
hacia los Andes.

¡Viene! el viento lo dice.
¡Viene! entre las hierbas.
¡Viene! el bosque se mueve.
¡Viene! las aves emprenden su vuelo.

Tomará nuevas almas
de aquellos cuerpos
sin tumbas.

Silencioso lamento del Quemanta,
desde un pueblo de secos nosthofagus.

El Quemanta deambula
en las estepas
cubiertas de nieve.

Tomará almas a su reino
de aquellos cuerpos sin tumbas.

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