Oigan esta proclamación Ustedes que fraguan el mal de los elegidos Chocaran con la pared Caerán en su propia red De tantos males nacidos de su corazón
Jamas se pudo revocar Ni maldecir lo que su boca ha bendecido Su trono por la eternidad Es sello de victoria y el honor esplendido De sus ejércitos
Fuerzas piensan tener en si Confiados que vuestra maldad Nunca hallará su fin Mas se precipitarán Como asteriode en el mar Y nunca de su caída se levantarán Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa. |