Eran el sello de la obra maestra, llenos de sabiduría y de una belleza perfecta. Sobre ellos solo había perfección desde el día de su creación, Querub protector, permanecías en la sagrada montaña de Dios, yendo y viniendo entre piedras de fuego. (Ez 28, 12,17). El misterio de sus caídas, el tormento y luz para mi vida, y aunque busque entre cenizas no me dejará en ignorancia. Voces en tormento de ser bajo el rigor de Dios. En única sublimación... ante mi un Obscuro Ego Celestial ¿Cómo es que has caído, estrella brillante, hijo de la aurora? (Is 14-12) Por ti, se agita "'El Reino de los Muertos" (Is 14-9) De índole Celestial pero sus vientres apegados a la tierra. (Gen 3-14) La descendencia funesta, asomados a la puerta de caída mortal (gen 3-15) ¡Sabemos lo que nos espera...!Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.