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Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este Mundo, a fuerzas oscuras, a los espíritus malditos del Mundo de Arriba. (Efesios 6, 12).

Eran el sello de la obra maestra, llenos de sabiduría y de una belleza perfecta.
Sobre ellos solo había perfección desde el día de su creación.
Querub protector, permanecías en la sagrada montaña de “Dios”, yendo y viniendo entre piedras de fuego.

El misterio de sus caídas, el tormento y luz para mi vida.
Y aunque busque entre cenizas no me dejaran en ignorancia.
Voces en tormentos de ser, bajo el Rigor de Dios.
En un única sublimación, ante mí “Un Obscuro Ego Celestial”.

¿Cómo es que has caído estrella brillante hijo de la aurora?
Por ti se agita el reino de los muertos.

De índole celestial, pero sus vientres apegados a la Tierra.
La descendencia funesta asomados a la puerta de cada mortal.

“Sabemos lo que nos espera”…

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