El drama de la tierra...

No camines en cuatro patas. No hundas tus garras en la corteza de los árboles.
No gruñir. No rugir. No muestres coléricamente los colmillos.

No destruyas lo que te pertenece. No mates irreflexiblemente.
Esta es la ley. ¿Acaso no somos hombres?

El hombre es Dios. Somos hombres.
Somos dioses. Dios es el hombre.

Suya es la casa llamada El Cielo.
Suya es la casa llamada El Infierno.
Suyo es lo que es nuestro.
Dios es lo que nosotros somos.
Suya es la mano que cura.
Suya es la mano que hiere.
Suyo es lo que es nuestro.
Dios es lo que nosotros somos.

No somos como quienes necesitan purificación, nuestra perfección radica en lo que somos.
No soy como quien necesita purificación, mi perfección radica en lo que soy, en lo que soy.

He aquí “Gevurahel”...

“Sassstia”…

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