Palabra de Karkemish el solitario como fue revelada en Akkad, durante el tiempo de Gadash rey de las cuatro zonas del mundo,
melancolía y paz a ti criatura de la noche infinita y a los que en ella moran
Siendo un ángel tomé el camino de la rebeldía; y, como otros, fui convertido en humano para ignominia, y encerrado entre las seis torres de la Montaña del Crepúsculo. Donde padecí trescientos sesenta y cinco años humanos;
Mas el que así creyó castigarme, sin proponérselo, me puso en el camino del conocimiento obscuro.
paseaba me yo entre hiedras, resguardado por murallas; recorría cada tarde un bosque de rosas marchitas, sarmientos que sollozaban palidez; cinerarias vestidas de luto, violeta y blanco, donde los insectos cansados de la vida bebían el vino de la muerte;
mi horizonte era un cielo plomizo.
Soñaba con escapar de mi prisión y recorrer el mundo, y ser uno de la humanidad, para compartir sus dichas y tristezas y buscar el tiempo de nacer, y tiempo de morir, y buscar la compañía de una compañera.
Yo, Karkemish, languidecía en mi refugio, maldiciendo a gran voz mi soledad.
Mas he aquí, una noche se abrió la puerta de mi prisión; y fui llevado a bordo de Melancolía II, a la tierra de los hombres, y el Emperador de la Noche Infinita me mostró la verdadera vida de los hombres.
Mas vi a los hombres sin arte ni justicia, y como se humillan por el alimento del poder; escuché las palabras necias y vacías de los gobernantes de la Tierra; en suma vi el verdadero rostro de la humanidad, y mi horror me sobrepasó.
Tras seis noches volvió mi conciencia, y he aquí que el Emperador seguía a mi lado, y el, el emperador de la noche infinita, me mostró… la belleza de la soledad.
Mario CruzTeksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.