…Y no hace mucho que la vida te arrastró y no pudiste detenerte, sin viento a tu favor, aunque nunca te importó luchar contra corriente. Hoy ya no queda más, el destino te alcanzó, como suele suceder…
Sigo aquí, paciente y al acecho, no se me ha otorgado el don de perdonar pero si el de la venganza.
Recuerda al padre tiempo, Khronos, aquel que todo olvida y todo cambia, aquel que todo puede… Si, Khronos, el implacable.
Empieza hoy una nueva senda, la senda del caos, la senda de la venganza…
Recibe pues mi obsequio: éste colmado del más profundo desprecio. ¡Escúchame soledad! ¡Sea pues la guerra entre nosotros! ¡Sea pues la miseria y destrucción! ¡Sea pues la venganza! ¡Sea pues la Vecordia!Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.