Amanece un nuevo día encerrado en mi prisión. Encadenado a la rutina de sentir el mismo sol.
Exijo un porqué a esta maldita pared cual verdugo de vida e ilusión.
Quise creer… en aquellas palabras. Torturador… fui de tu alma y tu voz. Soy servidor... de la desesperanza. Agonía y dolor son ahora mi único amor.
Todo el dolor que yo contengo es fruto de tu maldad. Atrapado y torturado no existe en mi la lealtad.
Yo no seré otro recuerdo para ti. Nada te importa ya que sea otro más.
Quise creer… en aquellas palabras. Torturador… fui de tu alma y tu voz. Soy servidor... de la desesperanza. Agonía y dolor son ahora mi único amor.
Mi único amor… mi último adiós. Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa. |
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