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Plegarias vacías en tiempos de guerra,
pensamientos infames de oscura condena,
caza de inocentes por la paz mundial,
una danza macabra que nunca ha de terminar.

El ojo del cóndor observa con ansias
a aquellos que buscan huir de la muerte,
para poder encontrar dignidad,
y no morir arrodillados ante un estado decadente.

Señor de lo perverso,
Duque de la avaricia, ruindad y corrupción,
siniestros pasos son los pasos que tú das
junto a aquellos que claman violencia
y esconden su rostro en la indolencia.

Estallidos de ímpetu se manifiestan
cuando la indignidad por fin despierta,
Seducida por el caos de esta tierra,
traducidos ante espectáculos deshonrosos
que connotan libertad;
Pocas victorias avivarán un nuevo despertar.

Silencio perpetuo,
se avecina el averno
a una tierra sin leyes
de obscuridad siempre presente.

El ojo del cóndor observa con ansias
a aquellos que buscan huir de la muerte,
para poder encontrar dignidad
y no morir arrodillados ante un estado decadente.

Señor de lo perverso,
Duque de la avaricia, ruindad y corrupción,
siniestros pasos son los pasos que tú das…

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