La casa tenía una reja pintada con quejas y cantos de amor. La noche llenaba de ojeras la reja, la hiedra y el viejo balcón... Recuerdo que entonces reías si yo te leía mi verso mejor y ahora, capricho del tiempo, leyendo esos versos ¡lloramos los dos!
Los años de la infancia pasaron, pasaron... La reja está dormida de tanto silencio y en aquel pedacito de cielo se quedó tu alegría y mi amor. Los años han pasado terribles, malvados, dejando esa esperanza que no ha de llegar y recuerdo tu gesto travieso después de aquel beso robado al azar...
Tal vez se enfrió con la brisa tu cálida risa, tu límpida voz... Tal vez escapó a tus ojeras la reja, la hiedra y el viejo balcón... Tus ojos de azúcar quemada tenían distancias doradas al sol... ¡Y hoy quieres hallar como entonces la reja de bronce temblando de amor!...Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.