Luna, ancestral guardiana de mil sollozos, Presta nuevo oído a esta penosa alma Que en todas sus noches ha hallado consuelo Mecida en tus maternales rayos,
Dialogando con su profundo silencio Con tu nostálgica y fría voz, Mientras callas al adverso mundo Con tu baño de plata y paz.
Reconoce tu rostro de inmemorial sabiduría En el fiel reflejo del vasto océano, Que angustiosamente el paso del tiempo Con sin fin de lágrimas ha sabido llenar.
Y es que hasta el viento con tanto vigor Titira rugiendo tras la ciega ventana Sin malicia aparente, más si honestidad Recordandome a gritos mi gris soledad.
Y has sido tu, ojalá me perdones, Quien en medio de esa uniforme negrura Has iluminado con este mismo baño El melancólico recuerdo de un tiempo anterior.
Tras estas palabras tu rostro mengúa Mostrando iracunda tu filoso cuerno Al creer al oír mis tímidas palabras Equívocamente un injusto acusar.
Buscando tus ojos tras una inoportuna nube Explico sereno aquellas palabras, Agradeciendo a tu luz gozar de la dicha De aún hoy en día el amor recordar.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.