Es la hora, vete ya... Que este crepúsculo muera. No quiero amar las ruinas De esos árboles, lejos. Ahora, ahora me da igual Vivir o estar muriendo... No sabría decir "amor"; Y eso es tremendo.
¿A qué buscar los días que se fueron? Nunca serán igual dos primaveras, El amor y el sabor De los primeros besos; Y lo que en mi alma es duda, En ti, en ti es remordimiento.
¡No! Ya no volverá a rondar La luna en tus cabellos, Ni el cansancio alcanzará para el olvido. Ya no será la cita, y... y es temprano, O acaso tarde, porque oscurece el cielo. Por eso, lleno de luz la plaza De los primeros sueños de amor, Que no se olvidan jamás... La plaza y aquel café, Donde balbucé un "te quiero", Y tú dejaste tu mano, Sorprendida, entre mis dedos.
Todos, todos saben que te amo, Mas nadie sabrá que hoy me muero... Y el crepúsculo en que ayer Íbamos siempre a encontrarnos, Nos sabrá a amarga miel, A violines enterrados; Porque ya no estarás tú, Ni nosotros, O este eterno crepúsculo Que muere en mí, desde que te amo.
Y no sé por qué te dejo partir, Si me dices que me quieres; Que me quieres como nunca, Más que nunca... Y me juras, y te juro... En vano; porque es así... Tú me quieres ver feliz, Y yo, igualmente contenta; Porque es verdad que te alejas...
Tú, te llevas el sol, El amor en tu piel; El día se va en ti; Tú me dejas sin luz.
Que yo me quedo; no sé... No sé qué diablos haré en la tierra; Porque un hombre sin amor, No encuentra sitio ni estrella Para apagar su dolor, Las ansias de aquel amor Que se va, o... o que te llevas... Porque es verdad: ya no habrá Crepúsculos ni primaveras.
Es la hora, vete pronto... Que este crepúsculo muera, De una vez y para siempre, Aunque por siempre te quiera...Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.