“Barrio Alberdi, la barranca, la noria y el infiernillo del historial de un chiquillo parece que fuera ayer. Barrio Alberdi que dejé en busca de otras quimeras y hoy, y hoy te canto a mi manera porque de ti no me olvido aunque mi rancho querido sea una humilde tapera. Barrio Alberdi, vos que sos de estudiantes y doctores de serenatas y flores, de farras carnavaleras, de la piba quinceañera con su clavel de ilusión iba a la Plaza Colón para pasear su pollera. Barrio Alberdi, vos que sos, que siento cuando te canto parece que tengo un llanto muy dentro del corazón, que se agranda en la emoción de la vieja serenata con tu lunita de plata alumbras la juventud, y mi madre, en la quietud del cielo hará una plegaria cuando sienta mi guitarra allá en mi calle Chubut”.
Canto una serenata; a orillas del río se escucha mi voz. Rumores y gracias poblaron la casa. Se prende y se apaga la luz de un balcón.
Dicha que tuve en Alberdi: mi primera cita en la Plaza Colón, con aquella luna que vino del baile, su escalón de seda dejó en tu balcón.
Lunita de Alberdi esconde tu cara con tu guardapolvo de fino doctor, si una noche alegre, con mi serenata, se prenda y se apague la luz de un balcón.
Sueña con tus quince abriles, muñequita rubia, pollerita azul. como una glicina* ibas por el Clínicas, perfumando el aire con tu juventud,
Cuando miro la barranca, la Quinta Santa Ana, la calle Chubut: siento una guitarra, una serenata. Me acuerdo de Córdoba, que me dio la luz.Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa.