Lleva sandalias, capucha y guadaña. Camina ligera, la dama del alba.
Peregrina y amable con rostro de plata. Haz que encontremos mi sirena encantada.
Ojos de gata, llévame contigo, cámbiame a mí por los cabellos de trigo.
Vagaré sin rumbo con los peces del camino. Escucharé su llanto como pájaros fríos.
Tiene todos los sentidos y no sabe sentir. Está condenada a matar sin nunca poder morir. Su nombre es muerte. Muerte, oh.
Si con los sueños se aleja la tristeza y el dolor no se alza, soñaré contigo, mi eterna doncella.
Toma peregrina un cheque en blanco. Canjeable por mi vida la noche o el llanto.
Pero déjame sentir, dama del alba, con mi último aliento mi sirena encantada.
Tiene todos los sentidos y no sabe sentir. Está condenada a matar sin nunca poder morir. Su nombre es muerte. Muerte, oh.
(SOLO)
Peregrina y amable con rostro de plata. Haz que encontremos mi sirena encantada.
Ojos de gata, llévame contigo, cámbiame a mí por los cabellos de trigo.
Tiene todos los sentidos y no sabe sentir. Está condenada a matar sin nunca poder morir. Su nombre es muerte. Muerte. Teksty umieszczone na naszej stronie są własnością wytwórni, wykonawców, osób mających do nich prawa. |
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